Quilmes, de local, ganó 1 a 0 con gol del yorugua Cauteruccio quien, tras aparecer solito y solo al borde del área, la mandó a guardar. Alcanzó ese gol tempranero para vencer a un Racing que fue mirado con una lupa porque enfrentaba un rival directo de Independiente, su clásico rival, en la lucha por no descender. En la semana se instaló el rumor que "todos" sus hinchas querían perder y por eso Zubeldía y sus dirigidos, le dieron el gustito.
Cabe aclarar que había hinchas que se oponían rotundamente a entregar los puntos en bandeja. Esos pocos no habrán aplaudido al equipo si fueron a la cancha o se habrán ido a la cama sin postre con la mejor cara de traste, de haberlo visto por televisión. Defraudados, es poco.
Su Racing, nunca supo a qué jugó y sufrió demasiado en defensa, y solo contaron con una chance de empatar y fue Trípodi quien lo impidió con una doble atajada. En la primera pelota que tocó, Campora casi decreta el empate (luego se lo perdió Zuculini increiblemente en el rebote).
Personalmente, esperaba otra cosa de los jugadores (salvo Saja, Ortiz y Campora, en el ratito que estuvo en cancha) y su entrenador (quien homenajeó a Bianchi y jugó sin delanteros), pero volvieron a jugar como contra River e Independiente. Hoy, así y todo, se torna inevitable evadir el tema instalado porque lo del árbol lejos estuvo de poder tapar el bosque.
Que vamo´ hace´!, es parte del fútbol y de cómo se vive este deporte por estos pagos. Como hincha de un club como usted señor lector me eximo de cuestionarlo pero asumo mi culpa y soy consciente que no es muy fair play que digamos. Para nada. Pero bue...son las reglas del juego que se juegan en la tribuna.
No hay comentarios:
Publicar un comentario