Sin público, Boca le ganó con justicia a un deslucido Colón por un tanto contra cero gracias a un cabezazo del Burrito Martinez que contó con la complicidad de Diego Pozo. Así, logró un triunfo tras 100 días (si, leyó bien) y cortó la peor racha de su historia a nivel local. Victoria sumamente necesaria para fortalecer el orgullo xeneize de cara a una semana clave (el jueves enfrenta a Ñuls por la Libertadores). Por el lado de la visita, siguen inmersos en el mar de irregularidad a la que nos tienen acostumbrados desde la primera fecha.
Bianchi decidió poner un mix entre titulares y suplentes para tratar de revertir la mala imágen que se viene dando en el torneo local. Sirvió para que el equipo sea superior en el primer tiempo, aunque no lo pudo evidenciar en el marcador, tuvo mas chance que el visitante y mereció irse al vestuario en ventaja. Por medio de Lautaro Acosta (tardó un año pero logró adaptarse de vuelta al fútbol argentino) y Sanchez Miño, el equipo del Virrey complicó a un Colón desvalanceado.
El segundo tiempo rápidamente reflejó dicha superioridad en el resultado cuando el mencionado Acosta (figura del partido, con 6 puntos) desbordó por derecha y Martinez que entró como 9 hizo el único gol de la silenciosa noche. Colón acusó el golpe y buscó el empate que pudo conseguirlo de no ser por la ineficacia de sus atacantes y la buena labor de Orion (una vez más). Para destacar, la defensa de Boca estuvo firme y tuvo en Chiqui Perez la labor más destacada. En la visita, Ricardo Gomez fue quizás quien mejor imágen dejó. El resto, poco y nada. A mejorar, muchachos.
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