La venganza no fue terrible

San Lorenzo y Argentinos, que dejó al borde del descenso a Independiente, empataron en la noche del lúnes por 1-1, en el cierre de la 17ma fecha.  El resultado pareció conformar a ambos equipos pero no así a los hinchas cuervos quienes ansiaban vengarse por lo ocurrido en el año 81.
El partido comenzó siendo bastante desprolijo, pero eran los de Pizzi los que en ese contexto intentaban hacerse dueños de la pelota y llevar adelante el partido. Por su parte, Argentinos, como era de esperarse con Caruso en el banco, se cerró bien atrás y apostó al contragolpe con los velocistas Keko Villalba y Droppy Gomez yendo por las bandas y desbordando constantemente.

Justamente, contra, que llegaría y, tras un error compartido entre el arquero Ibáñez y la defensa azulgrana, se abriría el marcador a favor de la visita (que fue respaldada por una muy buena cantidad de público a pesar del día y horario). Ese resultado, se sabía, sentenciaba a los de Brindisi a jugar el Nacional B la temporada próxima.

El nerviosismo se adueñó de los jugadores locales (acompañados por una multitud, como es ya habitual) y se les hizo difícil encontrarle la vuelta a un partido que se le empezaba a hacer demasiado cuesta arriba. El segundo tiempo mostraría un San Lorenzo (mucho) más ofensivo. Pizzi mandó a la cancha a Ruiz y Bordagaray, y sus dirigidos fueron con todo en busca del empate que rápidamente llegaría gracias a una jugada Messiana del pibe Correa (de lo mejorcito de la noche) quien agarró la pelota y fue de derecha a izquierda, sacándose de encima a los rivales definiendo cruzado contra la ratonera ante la salida estéril de Nereo Fernandez.

De ahí en adelante, Argentinos paró dos líneas de 4 y cerró aun más los espacios. Los jugadores de San Lorenzo, sin ideas, se terminaron conformando con el empate. No así su gente que quería quedarse con los 3 puntos a toda costa como supuesta "venganza" de lo ocurrido el año 81´ donde fue Argentinos quien mandó a la B a los de Boedo tras un partido definitorio que supieron disputar entre sí ambas instituciones.