En un partido picante y con mucho en juego, River venció al Rojo de Brindisi por 2-1. Ahora, los de Avellaneda dependen del resultado de Argentinos y San Lorenzo, que se jugará el lunes, para saber si continuarán en Primera.
Por su parte, los de Ramón Díaz, se fueron para arriba y alcanzaron a Newell´s en la cima.
Independiente soportó un mazazo, del cual será muy difícil recomponerse, que lo puso al filo del descenso a la B Nacional mientras que River, que tuvo a Iturbe, Balanta y Vangioni como los puntos más altos, se subió transitoriamente a la punta del torneo Final.
En un clima áspero por donde se lo mire, era de esperarse un trámite de juego sumamente chato, sin muchas jugadas de gol y con (muchas) más equivocaciones que aciertos. En el primer tiempo, dentro de una notoria paridad fue el “Rojo” quien se paró más adelante e incluso quien había tenido la más clara en la cabeza de Fredes. Pero a los pocos minutos, Iturbe puso el 1-0, como consecuencia de una carambola más típica del flipper que jugabamos en nuestra niñez que de un partido de fútbol.
En el complemento, River fue más. Independiente, se mostró de principio a fin como aquel equipo desalmado y nervioso al que nos tenían acostumbrados en la Era Gallego; por lo que jamás inquietó a un muy seguro Barovero. El segundo gol del local, Lanzini mediante, liquidó el partido. A partir de ahí, los de Ramón Díaz se replegaron demasiado (para mi gusto) y si bien la visita no mostró respuestas, encontró con un zapatazo espectacular de Montenegro, sobre el final del encuentro, el merecido descuento.
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