miércoles, 11 de junio de 2014

El rey ha vuelto

En La Plata y tras un emotivo e intenso partido, Independiente pudo lograr el tan ansiado ascenso al ganarle en el partido desempate a Huracán por 2 a 0. Zapata, cuando promediaba la primera mitad y Pizzini, cuando se moría el partido, marcaron los goles de un grande que retorna a Primera. Cuando estaban 0-1 le habían anulado mal un gol a el globo.
El partido no era solo esperado por los hinchas del rojo y el globo sino que se palpaba en el ambiente como y cuanto mantenía en vilo al resto de un pueblo futbolero que, en visperas del Mundial, disfrutaba de manera parcial una verdadera final entre dos clubes de los considerados grandes.


En una primera mitad donde insinuaron más de lo que hicieron, fue el equipo de Omar De Felippe el que sacudió el marcador. Jugadón de Pisano, negligencia de Capurro para cortar el avance con falta táctica, remate del mencionado jugador ex Chacarita, rebote insuficiente de Marcos Díaz y oportunismo de Martín Zapata para decretar el 1-0.


En el complemento fue Huracán quien salió decididamente a copar la parada en búsqueda del empate que lo llevara a pensar al menos en estirar la definición llevando el duelo a un hipotético alargue. Empate que coqueteó una y otra vez pero jamás pudo conquistar.



Sin temblarle el pulso, el Rojo se desentendió de la pelota, abusó del pelotazo y cedió ese protagonismo que tantas alegrías le dio en su rica historia. Basado en la experiencia de Tula, Morel, Zapata y el Rolfi, supo aguantar los trapos y terminar festejando.


A pesar de que enfrente tuvieron buenos partidos Toranzo, Martínez, la figura de la cancha, y Caruso, jamás pudieron llevar la teoría a la práctica. Es decir, a la hora de los bifes se toparon con Rodriguez y su propia ineficacia. Bah, salvo Wanchope Avila quien, en la primera que tocó, metió el empate (pero se lo anularon mal ya que estaba más de 1 metro habilitado). Como dije, El Globo erró mucho y por eso, en una contra, el ingresado Pizzini dejó en el camino a Díaz, quien salió vaya a saber uno a qué, y acomodó la pelota contra un palo.

No podía ser de otra manera el esperado ascenso de Independiente. Sufriendo y agonizando pero usted dirá: El Rojo es otra vez de Primera. Lo único que importa. 

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