Cambió el chip

Argentina arrancó ganando en su presentación mundialista, y aunque dejó más dudas que certezas, logró derrotar al rival más difícil del grupo. Gracias a una genialidad de Messi, quien al llegar al país había prometido "cambiar el chip" para el Mundial, se empezó con el pie derecho.
El partido se abrió rápido, gracias al gol en contra de Kolanisac, pero eso no le dio tranquilidad al equipo de Sabella. Al contrario. El equipo argentino jugó el primer tiempo muy nervioso e impreciso. La defensa se mostró dubitativa, los que iban por las bandas, tanto los carrileros como los volantes, lo hacían con intermitencia y arriba, Aguero y Messi estaban desaparecidos. 

Después de tanto hablarse en la semana, el DT finalmente puso en cancha el 5-3-2 que tan poco había trabajado en las eliminatorias/amistosos. Pero asumió su error. Primero con su accionar en los cambios en el entretiempo y después con sus palabras en la conferencia de prensa. Motivo por el cual, mandó a la cancha a Gago y Pipita Higuaín en lugar de Maxi y Campagnaro. Ahí, el equipo mostró su mejor faceta.



Y cuando digo que el equipo mostró su mejor faceta se imaginará que en gran parte se debió al aporte de un tal Lionel Messi. Tras un flojito primer tiempo y lejos de jugar una buen segunda mitad, el 10 albiceleste se las ingenió para juntarse con Higuain, armar un jugadón individual y ponerla abajo contra un palo dejando sin chances al arquero bosnio.

Los balcánicos descontaron a los 40 minutos (tras un error garrafal de Romero, quien paradójicamente había sido de lo mejor del primer tiempo) y le pusieron suspenso al partido. Pachorra terminó armando un 4-4-2 (con el ingreso de Biglia por Aguero) para aguantar los minutos finales. ¿En conclusión?. Se ganó pero hay mucho que mejorar.