Como dije en la nota anterior, que un padre e hijo disputen un partido oficial defendiendo la misma camiseta es una curiosidad más que llamativa y por ende, algo muy poco habitual. Además del caso de Walter, de 37 años, y Nicolás, de 17, que reforzarán al modesto Miramar Misiones, les traemos otros antecedentes dignos de ser repasados.
A continuación le contamos los 3 casos más emblemáticos en los que padre e hijo compartieron un terreno de juego.
Los Gudjonhsen:
Los islandeses Arnor y Eidur Gudjonhsen (aquel rubio delantero que supo jugar en el Barcelona y Chelsea allá por la década pasada) están en la historia del fútbol mundial por ser los únicos padre e hijo -respectivamente- que jugaron un partido por una selección nacional.
¿Cuando ocurrió?. Allá por el año 1996, cuando el hijo de 17 años reemplazó a su padre de 35, en el segundo tiempo de un partido correspondiente a las eliminatorias para el Mundial 1998 de Francia representando la selección de Islandi. ¿El rival del turno?. Estonia. Actualmente, el bueno de Eidur juega en el Brujas belga y tiene dos hijos: Sveinn Aron y Andri Lucas, que juegan en las categorías inferiores del U.E Marianao Poblet (equipo de las divisiones menores de España) y Barcelona respectivamente. Quien te dice, la historia se repite otra vez...
Los Acosta
A los 42 pirulos, Alberto Federico Acosta, más conocido como "El Beto, fichó para el Fénix. En ese equipo de la localidad de Pilar, se dio el gusto de compartir cancha con su hijo Mickael, de 18 añitos. Fue en la derrota 1-0 contra Berazategui, uno de los equipos que más gente mueve en nuestro ascenso, por la 28ª fecha de la Primera C (cuarta categoría), en marzo de 2009. El ex jugador e ídolo de San Lorenzo fue titular, mientras que el hijo ingresó en el complemento.
Los Balazar:
Quizás el caso de menos renombre pero digno de ser contado por las declaraciones peculiares de su hijo. El 25 de mayo de 2008, Juan Carlos Bazalar (40 años), jugó junto a su hijo Carlos Alonso (de 17), en un partido por la primera división peruana entre Cienciano (aquel equipo que supiera amargar a Boca y River la década pasada) y Juan Aurich.
El paritdo terminaría 3-2 en favor de los de Cusco. Ambos fueron titulares. Tras el cotejo, Carlos Alonso, el hijo, confesó que tenía que entregarle la pelota a su padre: "Siempre hay que dársela a él, que sabe mucho con el balón. De lo contrario, tendré problemas en casa".
fuente: Diario La Tercera de Chile
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