jueves, 4 de diciembre de 2014

Olvídame y pega la vuelta

El River de Gallardo logró un valioso empate en la final de ida de la Copa Sudamericana. En Medellín, igualó 1 a 1 ante Atlético Nacional. Perdía y la pasaba mal, pero en el segundo tiempo, cambió el chip y gracias a Pisculichi, como ante Boca, llegó al empate. Con un triunfo en el Monumental en una semana, y luego de dejar atrás aquel nefasto 2011, podrá volver a gritar campeón.
El miércoles próximo jugará la vuelta en el Monumental (que lucirá repleto) y, de ganar, por la mínima, será campeón. No tiene validez el gol de visitante, por lo cual cualquier igualdad lleva la definición a los doce pasos. Tras un primer tiempo flojo, en el descanso, el entrenador sensación de este 2014, aprovechó para reacomodar las piezas y en la segunda etapa se vio reflejado.  


Se vio otro River, mucho más ordenado, agresivo y decidido a traerse al menos un empate de Medellín. De todos modos, como todo equipo que arriesga, deja espacios en el fondo. Ahí aparecieron las contras de los locales, que llegaron al menos dos o tres veces. La falta de puntería del equipo cafetero y la suerte (¿Del campeón?) hizo del 1 a 0 un 1-1, que terminó siendo merecido. Para cerrar, hay que agregar que el equipo de Gallardo se trae un más que buen resultado y se relame de cara al partido que se avecina el venidero miercoles. River, ayer por la noche, sacó chapa de candidato y terminó sacando un empate que en la previa, más de uno, lo firmaba.

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