Finalmente llegó la fecha más esperada por todos los hinchas de San Lorenzo. Así es, el equipo de Boedo finalmente consiguió la Copa Libertadores de América. De la mano del Patón Bauza y con un equipo que se fue agrandando con el correr de los partidos, pudo sacarse una espina. Pasá y conoce como se forjó esta gesta histórica.
En la noche de ayer, San Lorenzo logró saldar esa vieja deuda que tenía con sus hinchas y después de 54 años, conquistó la Copa Libertadores de América. Ante un Nuevo Gasometro que lució repleto, el Ciclón derrotó 1 a 0 a un Nacional de Paraguay, que jugó un gran partido. Dicho eso, repasemos partido a partido la obtención de este título que lo deposita en al próximo Mundial de Clubes a jugarse en diciembre.
¿El podio? Piatti, Mercier y Torrico. Ojo, Ortigoza y Buffarini, también podrían integrarlo tranquilamente. Angel Correa, por lo hecho en la primera ronda y Hector Villalba, por su nivel mostrado en los partidos decisivos, fueron las revelaciónes.
El comienzo del equipo de Boedo en la copa fue con más dudas que certezas. El Ciclón integraba el Grupo 2 junto al Botafogo, Unión Española e Independiente del Valle. A priori, un grupo accesible. Pero el fútbol es algo imprevisto, y esta vez no fue la excepción. En el debut el conjunto de Bauza cayó por 2-0 ante el Botafogo en el mítico Maracaná dejando en claro que en el camino iba a haber más espinas que rosas.
En la segunda presentación el equipo dio muestra de recuperación. Sin sobrarle nada, ganó con lo justo por 1-0 al débil Independiente del Valle ecuatoriano con gol de Ángel Correa.
En la tercera fecha le tocó recibir a Unión Española (donde jugaba un viejo conocido nuestro, el Pochi Chavez, entre otros) en el Nuevo Gasómetro y el equipo volvió a tener una actuación poco convincente. Fue empate 1-1 con sabor a derrota que complicaba al azulgrana de cara a la clasificación.
Y la cosa, lejos de mejorar, pasó de gris a gris oscuro. En la cuarta y quinta fecha no pudo ganar, primero cayó por 1-0 en su visita a Unión Española en Chile y después empató nuevamente 1-1 ante Independiente del Valle en Ecuador. Ahora, debía ganar (por más de un gol) y esperar que se den otros resultados para meterse en los octavos.
Para ser más precisos, debía superar a a Botafogo y esperar por un triunfo de Unión Española (quien ya estaba clasificado) en Chile ante los ecuatorianos. El equipo de Boedo cumplió con su parte. Superó por 3-0 a los brasileños (con un gol épico de Piatti cuando agonizaba el partido), pero en el otro duelo Independiente del Valle se impuso por 5-4 (tras ir ganando 3-1). Por ende, el equipo argentino terminó avanzando por diferencia de gol con los ecuatorianos.
Ya superada, de manera agónica, la primera fase el equipo argentino llegaría lo mejor. Tanto a nivel resultados, como en lo netamente futbolístico. En los Octavos de final se vio las caras con Gremio (donde paso por penales, gracias a San Torrico, tras ganar en Bajo Flores y caer en Porto Alegre por la mínima). Ya en cuartos, era el turno con el campeón brasilero, Cruzeiro (a quien superó de pe a pa tanto acá como allá).
Después del parate por el Mundial de Brasil 2014 el Ciclón, ya sin Angel Correa, encaró con todo el gran objetivo. Era el turno de Bolivar. Un Bolivar, que se fue vapuleado del Bajo Flores. Fueron 5 los goles que le propinó el cuervo. De más está decir, que fue su mejor partido de la competición.
De esa manera fue con mucha tranquilidad a La Paz donde manejó bien los hilos del partido y apenas cayó por 1-0 (marcado a pocos minutos del final del cotejo), aunque su cabeza ya estaba puesta en la final (donde recibiría a Nacional de Paraguay o Defensor Sporting, rivales accesibles a priori).
Finalmente al Ciclón le tocó enfrentarse contra otra debutante en esta instancia, Nacional de Paraguay que también llegaba con la ilusión de ser campeón de la Libertadores por primera vez. El final de la historia, lo conocemos todos...
En la noche de ayer, San Lorenzo logró saldar esa vieja deuda que tenía con sus hinchas y después de 54 años, conquistó la Copa Libertadores de América. Ante un Nuevo Gasometro que lució repleto, el Ciclón derrotó 1 a 0 a un Nacional de Paraguay, que jugó un gran partido. Dicho eso, repasemos partido a partido la obtención de este título que lo deposita en al próximo Mundial de Clubes a jugarse en diciembre.
¿El podio? Piatti, Mercier y Torrico. Ojo, Ortigoza y Buffarini, también podrían integrarlo tranquilamente. Angel Correa, por lo hecho en la primera ronda y Hector Villalba, por su nivel mostrado en los partidos decisivos, fueron las revelaciónes.
Y la cosa, lejos de mejorar, pasó de gris a gris oscuro. En la cuarta y quinta fecha no pudo ganar, primero cayó por 1-0 en su visita a Unión Española en Chile y después empató nuevamente 1-1 ante Independiente del Valle en Ecuador. Ahora, debía ganar (por más de un gol) y esperar que se den otros resultados para meterse en los octavos.
Para ser más precisos, debía superar a a Botafogo y esperar por un triunfo de Unión Española (quien ya estaba clasificado) en Chile ante los ecuatorianos. El equipo de Boedo cumplió con su parte. Superó por 3-0 a los brasileños (con un gol épico de Piatti cuando agonizaba el partido), pero en el otro duelo Independiente del Valle se impuso por 5-4 (tras ir ganando 3-1). Por ende, el equipo argentino terminó avanzando por diferencia de gol con los ecuatorianos.
Ya superada, de manera agónica, la primera fase el equipo argentino llegaría lo mejor. Tanto a nivel resultados, como en lo netamente futbolístico. En los Octavos de final se vio las caras con Gremio (donde paso por penales, gracias a San Torrico, tras ganar en Bajo Flores y caer en Porto Alegre por la mínima). Ya en cuartos, era el turno con el campeón brasilero, Cruzeiro (a quien superó de pe a pa tanto acá como allá).
Después del parate por el Mundial de Brasil 2014 el Ciclón, ya sin Angel Correa, encaró con todo el gran objetivo. Era el turno de Bolivar. Un Bolivar, que se fue vapuleado del Bajo Flores. Fueron 5 los goles que le propinó el cuervo. De más está decir, que fue su mejor partido de la competición.
De esa manera fue con mucha tranquilidad a La Paz donde manejó bien los hilos del partido y apenas cayó por 1-0 (marcado a pocos minutos del final del cotejo), aunque su cabeza ya estaba puesta en la final (donde recibiría a Nacional de Paraguay o Defensor Sporting, rivales accesibles a priori).
Finalmente al Ciclón le tocó enfrentarse contra otra debutante en esta instancia, Nacional de Paraguay que también llegaba con la ilusión de ser campeón de la Libertadores por primera vez. El final de la historia, lo conocemos todos...
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